10 enero 2012

Educadores sociales y... ¿políticos?

Me gustaría abrir un espacio de reflexión entorno a una noticia que leí recientemente en la red social Twitter. Unos educadores sociales se disponían a visitar las zonas más rurales de Galicia bajo el lema: "Votar al PP no es obligatorio". Por lo que entendí, el objetivo era hacer llegar el mensaje que otras opciones políticas son posibles y pueden contribuir al bienestar social. 

En un primer momento sonreí ante la propuesta pero después me paré a pensar entre la vinculación entre política y educación social surgiendo algunas dudas: ¿Qué papel jugamos los educadores sociales en el plano político? ¿"Debemos" ser de una tendencia concreta para que nuestra labor sea coherente? ¿Es lícito y/o ético que los agentes sociales hagamos apología de un determinado partido político? ¿Entra dentro de nuestras funciones potenciar a una o otra vertiente? ¿Cómo se podría congeniar los dos aspectos? ¿Son complementarios, opuestos, afines?

Siempre he creído que los profesionales del ámbito social debemos potenciar la capacidad crítica de nuestros educandos, generar procesos de crítica y autocrítica ante la realidad que les rodea, luchar por conseguir ciudadanos con capacidad de decisión. Eso implica imparcialidad, respeto por todas las opiniones, tolerancia hacia formas de pensar distintas a las nuestras... Entonces, ¿el mundo de la política nos es totalmente ajeno? ¿Nos tenemos que mantener al margen de las políticas que nos afectan directamente? ¿Qué papel jugamos en el entramado? ¿Qué margen de subjetividad nos está permitido? ¿Qué nivel de implicación política sería el adecuado para no inteferir en nuestras funciones como agentes sociales?

Un artículo de Ramón López Martín, de la Universidad de Valencia, nos aporta más datos:  Cultura  Política  y  Educación  Social.  Dos  realidades condenadas  a  entenderse

Como véis, es un tema que entremezcla ética, política, profesión, subjetividad, imparcialidad... ¡Espero vuestras aportaciones!